La pintura, el dibujo, la performance y el sonido son medios con los que Albert Pinya (Palma, 1985) se desenvuelve para desarrollar el discurso de sus narraciones, en las que la poesía juega un papel principal. “Tengo mucha relación con los poetas de mi generación, más que con los pintores”, confiesa Pinya, ahora seducido por los textos de Jaume C. Pons Alorda (Caimari, 1984), de quien ha elegido su trilogía Tots els sepulcres para viajar a Hausach. En esta pequeña ciudad de la Selva Negra alemana realizará tres intervenciones en edificios representativos con motivo de la 19 edición del Festival de Poesía Hausacher Leselenz.

El proyecto que propone Pinya y que se inaugurará mañana jueves lleva por nombre Lichtspektrum (Espectro de luz, en castellano) y, según explica, “parte del concepto de espectroscopia –estudio de la interacción entre la radiación electromagnética y la materia, y los diversos comportamientos que sufre la luz– como metáfora que describe y representa las tres etapas de la trilogía del autor caimarienc, a través de tres intervenciones, específicas, en tres contextos diferentes de la ciudad de Hausach”.
El deseo de Pinya es someter al espectador-ciudadano “a la experiencia física del lenguaje”, con una especie de itinerario poético-visual-social construido a partir de la escultura, el mural y el vídeo.
La escultura/instalación que corresponde al primer poemario que destapa la trilogía de Pons Alorda, Els estris de la llum, esculpe la idea de la transformación de la palabra en imagen y se realizará ex profeso en una de las salas/fachada del ayuntamiento (Rathaus).

En la antigua torre de los anuncios (Litfassäule), Pinya ejecutará una intervención mural con la que propagará las declaraciones del segundo poemario Cilici (Premio Poesía Ciutat de Palma 2009), “adquiriendo la forma de un gran intestino que une dos mundos: el de la ultravida y la ultratumba”, apunta el artista.

La guinda la servirá con la pieza de vídeo L’úter de les ombres, que se grabó en las Cuevas del Drach, con Cati Solivellas como protagonista. Una proyección que se centra en el tercer poemario de la trilogía, Carn vol dir desaparicions, y que se podrá ver en el centro neurálgico de la mayoría de actividades del festival Leselenz: la librería Streit Punkt.
Lichtspektrum encarna “el diálogo constante entre vivos y muertos, el análisis entre la dicotomía luces y sombras, la observación del cuerpo como templo de conocimiento y belleza, y la visión del sexo como fuerza universal a la vez que fuente de placer y dolor”, señala Pinya.

“Pons Alorda –agrega– representa el frenesí, el éxtasis descontrolado, la exhuberancia”.