El que sabia la Maisie. Henry Hames. Traducción de Ferran Ràfols Gesa. LaBreu Edicions. 420 páginas. 26 euros.

Un elemento fascinante de la obra de James es la idea, sostenida por Cynthia Ozick en su postfacio, de que en los textos de James se refleja un conocimiento mucho más profundo, e incluso inconsciente, de lo que está expresamente plasmado. Esta novela nace en una época de crisis personal y artística para el autor, marcada por el fracaso en la recepción de sus obras teatrales.
Es tras este desastre que James decide «contar historias teatrales» a través de la novela, renunciando a la tradición novelística anglosajona que él mismo había practicado. Este giro coincide con dolorosas pérdidas personales, como el suicidio de la hermana del novelista James Fenimore Cooper, profundamente enamorada de él, y el reciente fallecimiento de su propia hermana en Londres, quien dejó un dietario de confidencias que él decidió quemar. James parece entender, por estas experiencias, que atreverse a mirar más allá de lo superficial podía ser condenatorio. En este contexto personal de ruptura, Lo que Maisie sabía se convierte en un refugio para un conocimiento escondido, en un análisis de una sociedad a través de personajes que son, en sí mismos, símbolos de una decadencia.
El novelista concibe la idea narrativa a partir de un único punto de vista: el de Maisie. La niña percibe los hechos con una forma limitada propia de su edad (seis años al inicio de la historia), pero a un nivel inconsciente, los entiende a la perfección. La estructura de la novela, dividida en treinta y un capítulos breves, refleja una historia cuyo argumento de fondo es propio de un vodevil: dos padres egoístas que se divorcian e inmediatamente se casan con sus nuevas parejas, creando un continuo enredo matrimonial y emocional. La niña, en este escenario, se convierte en el depositario del odio y en un instrumento de chantaje emocional. Como consecuencia del litigioso divorcio, Maisie debe pasar seis meses con cada progenitor, siendo analizada y juzgada continuamente por todos. Para defenderse de los constantes insultos y ataques cruzados, la niña opta por la estrategia de «hacer oídos sordos», lo que los adultos, en su miopía, interpretan como idiotez. Los personajes de los padres (una madre egoísta y un padre vanidoso) y los nuevos padrastros se vuelven más grandes y complejos al ser magnificados a través de la mirada infantil de Maisie, un auténtico catalizador de las tensiones que los adultos expresan.
La narración se centra más en el mundo interior y en el análisis psicológico de los personajes que en la acción externa. La niña pasa de una casa a otra sin tener realmente un refugio, sintiéndose más próxima a los extraños que a sus propios padres. El hecho de que la narración sea contada a través de los ojos de Maisie permite a James salirse de la visión convencional de estas escenas cotidianas y explorar la profundidad psicológica de una niña mientras los adultos no hacen más que darle vueltas y vueltas a las cosas en un ciclo de excesos verbales y artificiosidad. La historia avanza a través de saltos argumentales sin demasiada justificación, reflejando el caos de una clase ociosa cuyo único fin parece ser matar el tiempo con un nulo sentido de la responsabilidad hacia los hijos, más allá de guardar las apariencias.
El enredo llega a un punto de clímax, o más bien de absurdo, cuando Maisie se encuentra con que los dos padrastros han estado viéndose y el padre ha abandonado a la madrastra y la madre al padrastro. Todos los adultos miran por sus intereses personales, y la niña es solo una herramienta para decantar la balanza. El desenlace final de todo este enredo dejo que sea el lector quien lo descubra.
En conclusión, Lo que Maisie sabía es una obra maestra que, bajo la estructura de un argumento vodevilesco esconde un profundo tratado de la psicología y la sociología victoriana. El texto tiene un tono serio, articulado a través de frases largas y circulares donde la preponderancia son los pensamientos, reflejando el mundo interior de los personajes. El modo en que James utiliza la perspectiva de Maisie como prisma para analizar el cinismo, el egoísmo y la inmoralidad de una clase social decadente es genial. Es una novela que interpela directamente al lector, invitándole a una reflexión profunda sobre cómo ha cambiado la forma de ver hechos similares en el siglo XXI. La genialidad de James radica en su capacidad de transformar la absurdidad de las relaciones humanas en un espejo perturbador.
Aquí os dejo con el tráiler de la adaptación cinematográfica de la novela, con Julianne Moore en uno de los papeles protagonistas.
Josep Massanes https://fanfan.es/lo-que-maisie-sabia-vodevil-psicoanalitico-henry-james/





